Comprendiendo las Fobias Específicas

Vengo a terapia porque necesito ayuda. Tengo fobia a los perros. Siento una ansiedad terrible cada vez que me cruzo con un perro, no soy capaz de enfrentarme a ello.

Esto me provoca una sensación de ahogo y sofoco, mi pulso pasa de cero a cien en cuestión de segundos y me tengo que cambiar de cera porque soy incapaz de afrontarlo.

Esto me limita mucho mi día a día. Vivo en un portal de pisos donde mi vecino de planta tiene un perro y en mi portal varios en diferentes pisos. Me he estudiado la hora de entrada y salida de mi vecino para no coincidir. Esto ha hecho que a veces llegue tarde a trabajar.

Tampoco me atrevo a coger el ascensor por si cuando se abren las puertas hay algún vecino con el perro esperando. Cuando consigo llegar al portal salgo lo más rápido posible para no coincidir con nadie que pueda entrar con el perro.

Y cuando consigo llegar a la calle estoy en una alerta constante mirando a todos lados para localizar a los perros que haya y evitar cruzarme con ellos.

Me gusta pasear por el campo pero no lo hago por no encontrarme con perros que además suelen ir sueltos.

Me he dado cuenta además de que este miedo se lo estoy transmitiendo a mis dos hijos pequeños que ven mi comportamiento y no quiero que acaben teniendo una fobia como yo.

Por eso necesito ayuda para superarlo porque sola no puedo y cada vez más me incapacita e interfiere mi vida.

Este testimonio es real, de uno de los cientos de pacientes que hemos ayudado en la clínica en nuestros 15 años de experiencia.
Y es sólo un ejemplo de lo que puede sufrir una persona que tiene una Fobia Específica.
Por eso la intención de este artículo es explicar qué es, quién la puede sufrir y por qué aparece así como la manera de superarla, así que empecemos!

 

¿QUÉ ES UNA FOBIA ESPECÍFICA?

 

Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso e irracional hacia un objeto, situación o actividad particular.

Este miedo desproporcionado puede provocar reacciones extremas, como ataques de pánico, sudoración excesiva y una fuerte necesidad de evitar el desencadenante de la fobia.

Las fobias específicas no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también pueden limitar significativamente sus actividades diarias y relaciones sociales.

En las fobias específicas, el miedo no surge directamente del objeto o la situación temida, sino de las posibles consecuencias que podría tener la exposición al estímulo fóbico.

Por ejemplo, las personas que tienen miedo a las alturas no temen a los edificios altos en sí, sino al peligro de caer.
Del mismo modo, quienes temen conducir no tienen miedo al acto de conducir en sí, sino a las posibles consecuencias de un accidente de tráfico.

 

Componentes dentro de una Fobia Especifica.

 

El síndrome fóbico se puede dividir en tres componentes que se interrelacionan formando un círculo:

  • La ansiedad anticipatoria que surge antes de enfrentarse al estímulo fóbico o al imaginarlo.
  • El miedo experimentado en el momento de la exposición al estímulo.
  • Las conductas de evitación que aparecen después de haber sentido miedo y que ayudan a reducir la ansiedad anticipatoria.

Razones por las que tratar las fobias especificas.

 

Entender y tratar las fobias específicas es crucial por dos razones fundamentales.

Primero, ayuda a las personas a recuperar el control sobre sus vidas. Cuando una fobia no se trata, puede empeorar con el tiempo y llevar a complicaciones adicionales, como la depresión y otros trastornos de ansiedad.

Segundo, porque contribuye a una mejor comprensión de los trastornos de ansiedad en general. Esto es esencial para des estigmatizar estas condiciones y fomentar una mayor empatía y apoyo social hacia quienes las padecen. Al promover la educación sobre las fobias y su tratamiento, se puede aumentar el acceso a recursos y profesionales que pueden ofrecer la ayuda necesaria.

La mayoría de pacientes que han acudido a Ags Psicólogos para tratar alguna fobia específica son aquellos que ya no pueden más porque cada vez se ven más limitados en su vida y la interferencia es tan grande que se sienten encerrados, evitando cada vez más situaciones, lo que conlleva unos niveles bastante elevados de ansiedad, bajo estado de ánimo y aislamiento social entre otros.

 

TIPOS DE FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

Existen muchas fobias específicas, algunas de las más comunes serían:

  • Aracnofobia: Miedo a las arañas.
  • Claustrofobia: Miedo a los espacios cerrados o confinados.
  • Acrofobia: Miedo a las alturas.
  • Cynofobia: Miedo a los perros.
  • Aerofobia: Miedo a volar.
  • Amaxofobia: Miedo a conducir.
  • Zoofobia: Miedo a los animales.
  • Tanatofobia: Miedo a morir.
  • Brontofobia: Miedo a las tormentas.
  • Fagofobia: Miedo a atragantarse.
  • Miedo a la sangre, inyecciones, agujas o heridas.

Las personas con fobias específicas suelen ser conscientes de que su miedo es irracional, pero aún así, experimentan una ansiedad extrema al enfrentarse a la fuente de su fobia.

Este miedo puede interferir significativamente con sus actividades diarias, limitando su capacidad para funcionar normalmente en situaciones sociales, laborales o personales.

En nuestros 15 años de experiencia, las fobias específicas más frecuentes que hemos trabajado han sido los miedos a los insectos, a los animales como perros y gatos o la claustrofobia. Es decir, aquellas fobias que interfieren diariamente el estilo de vida de un paciente y por eso ya no les queda más remedio que buscar ayuda profesional.

 

CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO DE LAS FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

Las fobias específicas pueden desarrollarse por una combinación de factores genéticos y ambientales.

Los estudios sugieren que la predisposición genética juega un papel significativo. Si un pariente cercano sufre de fobias o trastornos de ansiedad, es más probable que una persona desarrolle una fobia específica, indicando una base hereditaria. (1).

Las experiencias traumáticas también son un desencadenante común.
Un evento aterrador o doloroso relacionado con un objeto o situación particular puede llevar al desarrollo de una fobia.

Por ejemplo, una picadura de insecto dolorosa en la infancia podría desencadenar un miedo persistente a los insectos.

La memoria emocional de estos eventos puede ser tan fuerte que la simple mención o visión del desencadenante provoca una respuesta de miedo intensa.

Además, los factores ambientales juegan un rol crucial. Observar el comportamiento temeroso de otros, especialmente durante la niñez, puede influir en el desarrollo de fobias.

Si un niño ve a un padre reaccionar con miedo a ciertas situaciones o objetos, es más probable que desarrolle una fobia similar.

Existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar fobias específicas:

Predisposición Familiar.

Tener familiares con trastornos de ansiedad aumenta el riesgo.

Temperamento.

Las personas con temperamentos más sensibles y emocionalmente reactivos son más propensas a desarrollar fobias.

Eventos Traumáticos.

Experiencias negativas directas o la observación de eventos traumáticos pueden actuar como catalizadores.

Edad.

Las fobias suelen desarrollarse en la infancia o adolescencia y, si no se tratan, pueden persistir en la vida adulta.

El conocimiento de estas influencias puede guiar el tratamiento y las estrategias preventivas, ayudando a las personas a gestionar sus miedos y mejorar su calidad de vida.

El perfil del paciente que hemos tratado en la clínica a nivel general han sido la mayoría mujeres de entre 35 y 45 años con puntos de partida diferentes como narrando experiencias negativas que sufrieron en la infancia o adolescencia relacionadas con la fobia que tienen (como por ejemplo el ataque de un perro, la picadura de una araña, un ascensor estropeado en el que se quedan atrapados, etc.) o haber visto cómo esas experiencias le han ocurrido a familiares o amigos cercanos.
También un entorno familiar sobreprotector o una personalidad insegura sin identificar una causa exacta son rasgos comunes en estos pacientes.

 

SINTOMAS DE LAS FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

Las fobias específicas se manifiestan a través de una variedad de síntomas físicos y psicológicos.

Síntomas físicos.

  • Taquicardia
  • Latidos del corazón acelerados
  • Sudoración excesiva
  • Temblores
  • Dificultad para respirar
  • Sensación de ahogo
  • Mareos
  • Náuseas

Estos síntomas son una respuesta del cuerpo al miedo extremo, preparando al individuo para una respuesta de «lucha o huida».

Síntomas psicológicos.

  • Ansiedad intensa
  • Ataques de pánico
  • Sensación de pérdida de control
  • Miedo abrumador a morir o volverse loco

Estos síntomas pueden aparecer incluso al pensar en la fuente de la fobia, no necesariamente al estar expuesto a ella.

Las situaciones desencadenantes varían según la fobia.

Por ejemplo, una persona con aracnofobia (miedo a las arañas) puede experimentar pánico al ver una araña o incluso una imagen de una araña.

Alguien con claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) puede sentir una intensa ansiedad al estar en un ascensor o en una habitación sin ventanas.

Estas reacciones no solo causan malestar, sino que también pueden interferir significativamente con la vida diaria.

Las personas pueden evitar actividades importantes, como volar en avión (aerofobia) o nadar (acuafobia), limitando así su libertad y calidad de vida.

Reconocer los síntomas es el primer paso para abordar una fobia específica y mejorar la calidad de vida, permitiendo a los individuos vivir de manera más plena y sin restricciones.
Desde nuestra experiencia, los pacientes que sufren fobias específicas lo primero que se manifiestan son los síntomas físicos como la sudoración, taquicardia y sensación de ahogo. Estos síntomas están muy condicionados y arraigados.
Por otro lado los síntomas psicólogos son más sutiles y por eso son más difíciles de identificar por parte del paciente, por eso tenemos que trabajar con el paciente en terapia la identificación de los mismos ya que precipitan los síntomas físicos.

 

CONSECUENCIAS DE LAS FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

Aunque para otras personas las fobias específicas pueden parecer irracionales, para quienes las sufren pueden ser profundamente perturbadoras y devastadoras.

Estas fobias pueden generar problemas que afectan múltiples aspectos de la vida.

Las posibles consecuencias incluyen:

Aislamiento social.

Evitar lugares y situaciones que provocan temor puede causar dificultades en el trabajo, la escuela o en las relaciones personales.
Los niños con estos trastornos pueden enfrentar problemas académicos y experimentar soledad.
También pueden tener dificultades en situaciones sociales si su comportamiento difiere significativamente del de sus compañeros.

Trastornos del estado de ánimo.

Muchas personas con fobias específicas padecen de depresión y otros trastornos de ansiedad.

Abuso de sustancias adictivas.

El estrés de vivir con una fobia grave puede llevar al abuso de drogas o alcohol.

Suicidio.

Algunas personas con fobias específicas pueden estar en riesgo de suicidio.

Tensión emocional en los seres queridos.

A menudo, las personas con fobias dependen mucho de la confianza y apoyo de otros para manejar su ansiedad.

Esto puede llevar a que los seres queridos se vuelvan excesivamente protectores, lo cual puede aumentar el estrés en ellos.

Por ejemplo, un padre podría volverse excesivamente protector con un hijo, incrementando así su propio nivel de estrés.

La principal consecuencia negativa que sufren los pacientes que solicitan ayuda e inician una terapia es porque les está afectando principalmente en el entorno personal porque se aíslan repercutiendo en el estado de ánimo y en sus relaciones personales y/o en el laboral o académico porque baja su rendimiento debido a sus elevados niveles de ansiedad. (2), (3).

 

DIAGNÓSTICO DE LAS FOBIAS ESPECÑIFICAS.

 

El diagnóstico de las fobias específicas es un proceso que realiza un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.

Este proceso comienza con una evaluación exhaustiva del historial médico y psicológico del paciente.

El profesional preguntará sobre los síntomas experimentados, su duración, y el impacto que tienen en la vida diaria del paciente.

Para identificar fobias específicas, se utilizan herramientas y criterios estandarizados, principalmente basados en el Manual

Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

Los criterios del DSM-5 incluyen:

  • Miedo o ansiedad intensa hacia un objeto o situación específica.
  • Respuesta inmediata de ansiedad al estar expuesto al desencadenante.
  • Evitación activa del objeto o situación, o soportarlo con intenso malestar.
  • Persistencia de los síntomas durante seis meses o más.
  • Impacto significativo en las áreas sociales, laborales u otras áreas importantes de funcionamiento del individuo.

Además de las entrevistas clínicas, los profesionales pueden usar cuestionarios y escalas de autoevaluación para medir la severidad del miedo y la ansiedad.

Ejemplos de estas herramientas incluyen la Escala de Ansiedad Fóbica de Marks y el Cuestionario de Miedos de Wolpe.

Es crucial que el diagnóstico se realice de manera precisa para diferenciar las fobias específicas de otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno de pánico.

Un diagnóstico preciso permite diseñar un plan de tratamiento efectivo.

La identificación y el tratamiento temprano de las fobias específicas pueden prevenir complicaciones adicionales y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.

En Ags Psicólogos lo primero que realizamos es una entrevista clínica basándonos en los criterios diagnósticos del DSM-5. También recabamos en la historia clínica del paciente y si lo vemos necesarios utilizamos alguna escala o cuestionario para complementar la información aportada por el paciente. De esta manera nos aseguramos elaborar un buen diagnóstico preciso y acertado para encarar el tratamiento de manera eficaz.

TRATAMIENTOS DE LAS FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

El tratamiento de las fobias específicas suele ser muy efectivo y puede incluir varias estrategias terapéuticas y de manejo.

El tratamiento de las fobias específicas generalmente incluye:

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).

Se centra en cambiar los patrones de pensamiento negativos asociados con la fobia

Terapia de Exposición.

Gradualmente se expone al individuo a la fuente de su miedo en un entorno controlado y seguro.

Medicación.

En algunos casos, la medicación puede ser necesaria para manejar los síntomas de ansiedad asociados con las fobias específicas.
Los medicamentos comunes incluyen:

Antidepresivos.

Como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) que pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.

Ansiolíticos.

Medicamentos como las benzodiazepinas pueden ser prescritos a corto plazo para aliviar la ansiedad severa.

Betabloqueadores.

Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas físicos de la ansiedad, como la taquicardia.

Técnicas de Autoayuda y Estrategias de Afrontamiento.

Además de las terapias profesionales, hay varias estrategias de autoayuda que pueden ser beneficiosas. Son un complemento a las anteriores:

Relajación y Mindfulness

Técnicas como la respiración profunda, la meditación y el yoga pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.

Ejercicio Regular

El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir los niveles generales de ansiedad.

Educación

Aprender más sobre la fobia y comprender que el miedo es irracional puede ayudar a desmitificar el objeto o situación temida.

El tratamiento efectivo de las fobias específicas combina estos enfoques para ayudar a las personas a manejar y superar sus miedos, mejorando significativamente su calidad de vida.

Si sufres de una fobia específica, es importante buscar ayuda profesional para recibir el tratamiento adecuado.

Visualización Positiva

Imagina escenarios positivos y exitosos enfrentando tu miedo.

Apoyo Social

Habla con amigos y familiares sobre tus miedos. El apoyo emocional puede proporcionar consuelo y motivación.

Grupos de Apoyo

Únete a grupos de personas con experiencias similares. Compartir tus experiencias y escuchar las de otros puede ser reconfortante y motivador.

Con nuestros 15 años de experiencia tenemos más que demostrado que la Terapia Cognitivo-Conductual combinada con las Técnicas de exposición es el tratamiento por excelencia y más eficaz en las Fobias específicas.
La medicación es algo complementario que dependerá de cada caso y de cada paciente.
Las técnicas de autoayuda y estrategias de afrontamiento como la relajación, el ejercicio físico, la educación y el apoyo social no son suficientes en sí mismas pero sí complementarias e importantes combinándolas con la TCC y la exposición.
Tanto en la identificación de síntomas como en las diferentes fases del tratamiento utilizamos Autorregistros o aplicaciones móviles para facilitar al paciente las tareas que se van acordando en sesión.

 

MITOS Y REALIDADES DE LAS FOBIAS ESPECÍFICAS.

 

Las fobias específicas son a menudo malinterpretadas, y existen varios mitos en torno a ellas que pueden dificultar la comprensión y el tratamiento adecuado.

Desmitificar estas creencias es crucial para brindar un apoyo efectivo a quienes las padecen.

Las fobias son simplemente miedos exagerados.

Realidad: Las fobias específicas son trastornos de ansiedad serios que provocan reacciones físicas y emocionales intensas. No se trata solo de miedo; las personas experimentan síntomas incapacitantes como ataques de pánico, sudoración y palpitaciones.

Las fobias desaparecen con el tiempo.

Realidad: Sin tratamiento, las fobias pueden persistir o incluso empeorar. Las terapias conductuales y otras intervenciones profesionales son necesarias para manejar y superar estos miedos.

Las fobias son irracionales y fáciles de superar con fuerza de voluntad.

Realidad: Aunque las personas con fobias reconocen la irracionalidad de su miedo, no pueden controlarlo simplemente con fuerza de voluntad. Se requiere un enfoque terapéutico estructurado para tratar eficazmente las fobias.

Solo los adultos tienen fobias.

Realidad: Las fobias pueden desarrollarse a cualquier edad, incluyendo la infancia. De hecho, muchas fobias comienzan en la niñez y pueden continuar en la edad adulta si no se tratan.

Hablar sobre las fobias empeora la situación.

Realidad: Discutir sobre las fobias en un entorno seguro y terapéutico puede ser muy beneficioso. La terapia ayuda a las personas a enfrentar sus miedos de manera controlada y a desarrollar estrategias de afrontamiento.

PARA FINALIZAR.

 

Buscar ayuda para tratar las fobias específicas es fundamental para mejorar la calidad de vida. Las fobias no solo limitan actividades cotidianas, sino que también afectan el bienestar emocional y social.

El tratamiento adecuado, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia de exposición, puede transformar vidas, permitiendo a las personas enfrentar y superar sus miedos.

Para aquellos que sufren de fobias específicas, hay esperanza.

Desenmascarar estos mitos y comprender las realidades de las fobias específicas es esencial para apoyar a quienes las padecen.

Los testimonios de éxito de nuestros pacientes muestran que con apoyo profesional, es posible vivir sin las restricciones del miedo.
Si crees que podrías tener una fobia específica, es fundamental buscar ayuda profesional para un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo.
No estás solo en tu lucha, y dar el primer paso hacia el tratamiento puede abrir la puerta a una vida más plena y libre.
No dudes en contactar con nosotros. La recuperación es posible y está al alcance de tu mano, nosotros podemos ayudarte!

REFERENCIAS

(1). Ollendick, T., King, N. y Muris, P. (2002). Miedos y fobias en los niños: fenomenología, epidemiología y etiología. Salud Mental del Niño y del Adolescente, 7, 98-106. https://doi.org/10.1111/1475-3588.00019

(2). Wittchen, H., Fuetsch, M., Sonntag, H., Müller, N. y Liebowitz, M. (1999). Discapacidad y calidad de vida en fobia social pura y comórbida. Hallazgos de un estudio controlado. Psiquiatría europea , 15, 46 – 58. https://doi.org/10.1016/S0924-9338(00)00211-X 

(3). Wittchen, H. y Beloch, E. (1996). El impacto de la fobia social en la calidad de vida. Psicofarmacología Clínica Internacional , 11, 15-23. https://doi.org/10.1097/00004850-199606003-00004 .