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¿Qué es la conducta asertiva?
El estilo de comportamiento que nos permite adaptarnos al ambiente y obtener de él muchas recompensas a corto y a largo plazo es la conducta asertiva.
Este tipo de comportamiento es difícil de definir debido a su especificidad situacional, ya que depende de un contexto que cambia con frecuenta, aun así, podemos considerar que la conducta asertiva como un conjunto de comportamientos que en un contexto interpersonal utilizamos para expresar nuestros sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación.
Generalmente con ello se resuelven los problemas inmediatos de la situación a la vez que se minimizan la probabilidad de futuros problemas.
¿Y esto cómo se hace?
No hay una única manera de comportarse asertivamente, sino una serie de estrategias diferentes que pueden variar dependiendo de quién lo aplique y en qué contexto.
A lo que me refiero es a que dos personas pueden comportarse de un modo totalmente distinto en una misma situación y ambas ser asertivas, o la misma persona actuar de manera diferente en dos situaciones muy parecidas y ser consideradas dichas respuestas como asertivas.
En general, se espera que la conducta asertiva produzca refuerzo positivo más a menudo que castigo, aunque como explicaremos más adelante, a veces esto no ocurre.
Definición de conducta asertiva
Alberti, en 1977 estableció que la conducta asertiva:
- Es una característica del comportamiento, no de las personas. Una persona puede unas veces comportarse de una manera asertiva y otras veces no.
- Es una característica específica a la persona y a la situación, no universal.
- Debe contemplarse en el contexto cultural del individuo, así como en términos de otras variables situaciones.
- Está basada en la capacidad del individuo para escoger libremente su actuación.
- Es una característica del comportamiento socialmente eficaz, no dañino.
- En la conducta asertiva se expresan directamente los propios sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas.
El mensaje que queremos mandar con este tipo de conducta es: “esto es lo que yo pienso, esto es lo que yo siento, así es como veo la situación”. El mensaje expresa “quién es la persona” y se dice sin dominar, humillar o degradar al otro individuo. Para ello es muy importante el tono de voz.
El objetivo de la aserción
El objetivo de la aserción es la comunicación, así como tener y conseguir respeto. Se trata de pedir juego limpio y dejar abierto el camino para el compromiso cuando se enfrenten las necesidades y derechos de dos personas.
- Cuando se llega a un acuerdo entre dos personas de manera asertiva, ninguna de ellas sacrifica su integridad básica y las dos consiguen que se satisfagan algunas de sus necesidades.
- Cuando la integridad personal de una parte está en juego, podemos decir que el acuerdo es inapropiado y no asertivo.
- Si no llega a un acuerdo finalmente, pueden respetar simplemente el derecho que tiene el otro a no estar de acuerdo y a no intentar imponer sus exigencias sobre la otra persona.
- Al final, se trata de que cada uno pueda sentirse satisfecho de haberse expresado correctamente, siendo fiel a sí mismo, al mismo tiempo que reconoce y acepta que su objetivo puede no haberse logrado.
No debemos confundir el objetivo de comportarnos asertivamente, ya que esta conducta no está planeada principalmente para permitirnos obtener lo que queramos.
Como ya hemos señalado, su propósito es la comunicación clara, directa y no ofensiva de las propias necesidades, opiniones, etc. Mientras se cumpla esto, la probabilidad de lograr los propios objetivos sin negar los derechos de los demás es mayor.
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La conducta asertiva y la ausencia de conflicto
Además, es importante puntualizar que la conducta asertiva en una situación no tiene siempre como resultado la ausencia de conflicto entre las dos partes, ya que a menudo la ausencia de conflicto es imposible.
Hay ciertas situaciones en las que la conducta asertiva es apropiada y deseable, pero puede causar alguna molestia a la otra persona.
Por ejemplo, si queremos devolver una camiseta en una tienda porque al llegar a casa no nos termina de gustar, podemos hacerlo de una manera asertiva (o quizá de cualquier otra), sin embargo, esto puede no ser recibido de forma amigable por el dependiente de la tienda.
De igual manera, el expresar molestia a un amigo o pareja, aunque esté justificada y lo hagamos de manera apropiada puede provocar una reacción inicial desfavorable.
El sopesar las consecuencias a corto y a largo plazo para las dos partes es lo importante, ya que la conducta asertiva da como resultado la maximización de las consecuencias favorables y la minimización de las consecuencias desfavorables para los individuos, a largo plazo.
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